La evaluación

¿Qué es la evaluación educativa?

Según Cabrera (1987) es “el proceso sistemático de obtener información para describir, sea algún elemento, sea el proceso, sean los resultados educativos, con objeto de emitir un juicio sobre los mismos, según su adecuación a unos criterios previamente establecidos, y todos ellos en orden a servir de base para una eventual decisión educativa” 

Varios autores como Castaño, Moreno, Moreno y Hernández (1989) consideran que existe cierta confusión a la hora de establecer un concepto claro de “evaluación”, ya que éste es confundido, a veces, por otros conceptos como “medición” y “calificación”.
Por eso hacen una distinción clara:



Para medir, no es necesario emitir juicios de valor, en cambio, para evaluar sí.
Como la evaluación significa emitir un juicio de valor, ésta es un hecho subjetivo, aunque es importante hacerlo con criterio, el cual siempre es propio de cada persona ya que NO EXISTEN VERDADES ABSOLUTAS.

EVALUACIÓN ES:

EVALUACIÓN NO ES:

ES un proceso continuo, progresivo y sistemático de perfeccionamiento de la tarea formativa. ES global e integral, ya que se orienta hacia todos los elementos que componen el proceso de enseñanza aprendizaje. (Alumnado, formadores, proceso formativo, materiales, etc.) ES un instrumento crítico, ya que permite verificar el funcionamiento del proceso formativo, comparando los resultados, con lo planificado inicialmente. (Registrar los errores, descubrir las causas, e intentar corregir lo que sea necesario para que el proceso de formación mejore y apunte a la excelencia)

NO es una acción puntual, realizada en un momento concreto del proceso formativo. NO es Calificación, porque calificar se identifica con valorar el rendimiento del alumnado. (Ej. Nota obtenida en un examen) NO es Medir, porque medir es comparar algo con una unidad que utilizamos como patrón. (Ej. Coeficiente de Inteligencia de un alumno/a comparándolo con la media para su edad)

FUNCIONES DE LA EVALUACIÓN:

- Diagnóstico: tiene una función preventiva. El programa se acomoda al conjunto de características personales del alumnado.

- Orientación: existe una continuidad en la recogida de información y se detectan los errores que se producen en el proceso de enseñanza-aprendizaje (mejora del aprendizaje). La planificación debe estar totalmente ajustada y se deben corregir los efectos no planeados (mejora del programa).

- Motivación: el alumno estará motivado si es capaz de reconocer sus avances y dificultades.

- Control-Calificación: calificación final que certifica si el alumno está capacitado o no en determinados aprendizajes.

- Acreditación-Certificación: esta función está relacionada con la anterior.


La evaluación es un proceso que las personas hacemos de forma natural y que hacemos constantemente. Para formalizar este proceso, se ha diseñado un plan de evaluación que se caracteriza por:
- ¿Cuándo?: se refiere al momento en el que se lleva a cabo la evaluación.
- ¿Con qué?, es decir, qué técnicas e instrumentos se utilizan para evaluar.
- ¿Qué?, es decir, cuál es el objeto de evaluación, cuál es el elemento que vamos a evaluar.
- ¿Quiénes?, qué personas van a llevar a cabo la evaluación.
- ¿Para quién?, a quién va dirigida la evaluación.
- ¿En función de qué?, o sea, qué criterios se van a utilizar.
- ¿Cómo?, se refiere a la metodología que se llevará a cabo.

La finalidad de la evaluación debe ser proporcionar a los propios alumnos y a los formadores, información sobre qué objetivos se han conseguido, qué contenidos se han interiorizado, qué estrategias han sido más eficaces… permitiendo, de este modo, la optimización del próximo diseño curricular.

El objeto de la evaluación se clasifica en 3: personas, proceso y resultado.

Además, el proceso de evaluación se divide en distintas fases, respecto al momento del tiempo en que se realice y el objetivo o finalidad:




1. Inicial o diagnóstica: esta evaluación inicial se suele aplicar antes de comenzar la acción formativa, o al principio de cada unidad de contenido.
Con esta evaluación, se alcanza un mayor conocimiento del alumnado, y a partir de ahí se fijan las estrategias educativas y los objetivos.

2. Procesual o formativa: se evalúan todos los elementos que forman parte del proceso educativo, detectando los puntos fuertes y débiles que presenta el proceso de formación. Su objetivo es optimizar todo lo posible el proceso de enseñanza-aprendizaje. Una de las características que presenta es que se pueden llevar a cabo correcciones y ajustes sobre el proceso educativo.

3. Final o sumativa: su objetivo es verificar la eficacia del proceso de formación. Sirve para decidir la certificación o no del título que expresa la finalización exitosa del proceso educativo, es decir, evaluar al alumno entre el aprobado o suspenso, por lo que es evidente que se producirá al final del proceso.

4. Demorada: casi nunca se lleva a cabo. Se trata de, una finalizado el proceso educativo, una vez pasado un tiempo (días, meses…), observar y analizar si los objetivos que se querían conseguir y que se consiguieron, siguen en pie.


Por último, existen multitud de instrumentos que se utilizan para el plan de evaluación. Éstos son varios de los que se usan a menudo:

“Evaluar no es controlar, es mejorar”